martes, 1 de octubre de 2013

Cuelgas

¿Por qué cuelgas así de mi mente?
Cuelgas. A veces te veo, a veces no, pero te agarras un poco más de mí
O te agarro, cuando piensas
O pienso, que te vas a caer, te soltarás.
Te olvidaré.
¿Cuándo te olvidaré?
¿Será esa una pregunta?
¿Existe una respuesta lógica? o ¿será que, lo lógico, no sirve?
Sirve tanto esto, como sirve la geometría a las nubes, si de mencionar a Blas Coll, es.

Cuelgas, cuelgas de  mi mente,
y no te sueltas, te balanceas
te balanceas en mis recuerdos a placer.
Aun así, a veces no te encuentro

martes, 7 de mayo de 2013

Sublimando

Esta vez no pretendo acusarte, no pretendo acusarme. No pretendo nada. Quizás esté expresándome mal, pero lo único que deseo es la tregua; aquí no está pasando nada.
Te he extrañado.
Aun cuando me he negado la posibilidad, la realidad es que lo hago. No es que haya sucedido entre tú y yo algo más importante que unas cuantas palabras, ciertas tardes a medias, películas inconclusas y comidas lentas. Tú y yo, era más yo que tú, pero al final tú lo hiciste al revés cambiando cada frase, cada caricia, cada suspiro, cada beso.
Me dejaste, te fuiste.
Nunca me buscaste. ¿He de comprender que es una muestra de amor? ¿qué es el amor?
Nada lógico parece.

Amor es luchar, no lo hiciste.
Amor es libertad, te liberaste, pero ¿y a mí, quién me libera?
Amor es respeto, ¿cuántas veces has subestimado? ¿cuántas veces me he dejado? Ninguno se ha respetado o ha respetado al otro.
Amor es dar desinteresado, aquello que no te beneficiaba no funcionaba para ti. ¿de qué hablábamos?
Necesito que alguien me explique el amor.

martes, 2 de abril de 2013

Abril

No sé qué tiene Abril.
Me hace más sensible a mí
más insensible a ti
un dolor febril se instaló aquí
bien dentro, en el pecho
cerca de donde tocabas a placer
para mi placer
para mi bien.

Me tocabas con tus manos
con tu boca
con tu alma.
Pero ahora no,
es tarde.
Quiero tenerte, pero no quiero
es una ambivalencia amor

Ahora es tarde porque huyes
huyes de mí
huyes del compromiso tácito
implícito
huyes del deseo
huyes del amor
huyes de ti.

Juro que puedo ver cómo te escuece el miedo
cómo te presiona el miedo
cómo luchan tu amor, mi amor, con tu miedo.
¿por qué tanto miedo?

He de ser una criatura malvada
has de estar a mi merced
nadie puede salvarte
nadie puede salvarnos de caer en  el amor.

jueves, 28 de marzo de 2013

Cualquiera

Era un día cualquiera cuando te conocí
De una semana cualquiera
Una hora cualquiera.
Pudo haber sido cualquiera.

Tú eres más que eso...
Más como un tierno amigo
Como un beso de miel
Más como el vapor del café en una mañana fría
Más como una locura
Menos cualquiera, que un primer amor
Pero más inolvidable que cualquiera.

Cualquiera no eres tú
Cualquiera puede verse como tú
Pero jamás querer como tú.
Te quiero hoy
Quizás mañana lo haga
Pero siempre serás el lugar donde regresar.
Quizás cualquiera te quiera,
Pero ninguna como yo.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Dos palabras

Me elevas.



Judy Buendia "Me elevas"

martes, 5 de marzo de 2013

Aire fresco

Una vez más me encontré idealizando a un hombre. Desde la partida de Alejo mi vida no ha sido la misma; he de confesar que no fue fácil adaptarme a su ausencia: el peso en la cama al dormir, el calor en la cama, su olor en las sábanas.
Vivíamos a base de una tranquila y cómoda costumbre. Alejo resultó no ser lo que pensé, descartando aquella idea de Mister Venezuela o modelo de portada, estoy clara que él tiene de eso lo que yo de Miss, hablo más del amor, de principios, de personalidad. Él fue invento de sí mismo, producto de mi idealización, de la crisis de sus padres, problemas de infancia y un viejo amor.
Un mentiroso.
Pero aquí no estamos para arrancarles las tiras a Alejo, al menos no esta vez.
Este hombre, es un soplo de aire fresco, fresquísimo, como sentir el té con limón y hielo caer y bajar por tu garganta en una tarde calurosa. Pero hay un inconveniente, como todo: este hombre no sabe que existo. 
Sí, me conoce,
pero digamos que "no estoy en su radar". Me he encontrado a mi misma sintiendo mariposas en el estómago cuando estoy cerca de él, me he descubierto pensando en la curva de sus sonrisa, y en la anchura de su espalda.
¿Qué será de mi? me pregunto constantemente desde que lo conocí.
Idealizándolo como caballero perfecto, distorsionándolo, pensando que debe quererme, que puedo gustarle.
Puede ser el caballero perfecto, tan provocador como en realidad es, es el amante perfecto.

¿Qué hago para tenerte, amor?

Pensando en ti
con un bolígrafo prestado,
es de ti, como lo es mi corazón,
mi corazón, es de ti mi risa
por ti mis cantos desafinados,
de ti mi llanto, por ti mis sueños,
y los desvelos.

Los desvelos me matan
lentamente me matan, querido
queriéndote es estar viva, pero
muriendo.

¿Qué pasa cuando te veo?
y aun cuando no te veo,
siento marchas de soldaditos de azúcar
la dulce espera, tortuoso placer, aun culposo,
porque no me conoces amor
estamos en un abismo,
donde yo pertenezco al fondo, y tú
tu altar en lo más alto.
¿Qué hago para tenerte, amor?

lunes, 14 de enero de 2013

A contra luz

Me desperté con su sonrisa ante mis ojos,
su cuerpo calentando mi cuerpo,
sus piernas entre las mías...

No pensé que así se sintiera el corazón de una al estar gratamente acompañada.
Alejo...
Mi Alejo...
Si antes no me quería involucrar,
si antes pensaba que eres un peligro,
si no quería enamorarme...

No...

viernes, 4 de enero de 2013

Sensibilidad

Su sensibilidad me deja anonadada.
Puede mostrarse como un hombre duro, regio
Insensible, intocable e imposible de amar.
Pero es simplemente sensible,
Cuando su coraza se rompe
Se deja entrever un hombre pleno
Capaz de entender hasta la existencia de la bruma del mar,
El rumor del viento,
Lo tenaz del azar,
Y aún así, creer en mí.
Oh, mi hombre...
Lo amo tanto.
Mi hombre bohemio, que aparenta ser un frívolo por prenteder,
Caballero de brillante armadura,
Que abres mi puerta, sigues mi estela, y besas mis pecas.
Quédate aquí.
El viento sopla en tu cara y las cuerdas de tu chaqueta no dejan de ondear.
Tus ojos fijos en los míos, captando cualquier señal que niegue lo-que-sea.
Quédate, que aprendiste a leer mi párpadear.
Quédate, que te amoldaste perfecto en el espacio en mi lugar.


Alejo

Teníamos varios minutos discutiendo por lo mismo. Alejo es el hombre con un don de palabra tan desarrollado que no se te ocurriría desafiarlo, pero siempre lo hago; sabe qué decir y en qué momento, tiene unos detalles... Simplemente justos, tan justos que me tiene a punto de caramelo, siempre que quiere...

Usted y yo, no somos nada. Le dije.
Para de hablarme de "Usted", Joss, ¿cuántas veces lo hemos hablado? Solo nos llevamos algunos meses.
Le hablo de "Usted" cuantas veces me plazca, fíjese.
Estás empeñada en pelear, cielo. Primero, me apagas el teléfono celular mientras yo te llamo, unas 30 veces aproximadamente.
Se le está haciendo costumbre llamarme a altas horas de la madrugada, casi al amanecer; sabe bien que soy de sueño ligero y no vuelvo a dormir luego de eso.
Me encanta mantenerte despierta...
No sea tan idiota, al menos debería hacerlo con su presencia, con su cuerpo, y el calor, pero no. Me quedo sola en cama, y usted quién sabe dónde, y con quién...
Amor mío, pero sabes que no hay otra aparte de ti...
No debo hacerle éstas escenas, no más, Alejo. Usted mismo lo dijo, no somos nada, que aquí no hay nada.
Mi cuaima hermosa ¿vas a seguir con ese cuento? Sabes que fue echando broma, no fue en serio.
No fue en serio, como lo nuestro.
No hay punto de comparación. Sabes que no hay nada más real, y a la vez increíble, que tú.
Tan increíble... Que tú no lo tomas en serio.
Todo esto...¿Es por darle un nombre a lo nuestro?
¡¿Qué carajos importa un nombre, Alejo?! Cuando deseas ser indolente, lo eres. No deseo ser otra más, ¿está bien? Yo no quiero jueguitos, pensé que lo sabías.
Tú eres mía, nadie lo duda, yo menos. Este no es un juego, tú no eres un juego, coño. ¡Hasta cuándo con esto, Joss! Te lo voy a decir hasta el cansancio, hasta que te aburras, eres todo lo que pido, la única en mi vida, lo tienes todo. No necesito buscar algo afuera. Me abrazó con todo su 1.90 m y me sentí tan segura, como ninguna, a cien, y al mismo tiempo desamparada. Estoy a su merced.

Así logró arroparme el alma y el cuerpo, a las tantas horas de la noche. Alejo, mi amante de pasiones y vidas ocultas, mi criptonita, tan peligroso que siento arder en el candelero de solo pensar enamorarme de él.